Cuando imaginamos, construimos un imaginario. Cuando nos imaginamos, construimos un imaginario de identidad. Cuando nos imaginamos, construimos una identidad potencial. Cuando esa imagen nuestra, nunca llega a ser, añoramos un yo que nunca fue. Un yo en potencia que debía ser, un pasado inexistente que añoramos, un presente inesperado que nos hacer ser.
¿Qué fue de la adolescente argentina que tomaba mates en la plaza de Ituzaigó, riendo a carcajadas con amigos, sintiendo una brisa conocida en la piel, un verde aroma y un cielo de sed? Fue, fue que nunca fue...
¿Qué fue de la adolescente argentina que tomaba mates en la plaza de Ituzaigó, riendo a carcajadas con amigos, sintiendo una brisa conocida en la piel, un verde aroma y un cielo de sed? Fue, fue que nunca fue...
Y por que no me escuchas cuando grito y grito, grrr...
ResponderEliminar