La identidad a través de la representación

Desde este interior observo el mundo y es el mundo el que observa mi exterior. Construyo esta frontera entre mi yo y el otro a partir de la única manera de apre(h)enderme: La Representación. El problema de esta representación es que es completamente politizada. Por lo tanto, sólo puedo comunicarme con el otro, pasando por los discursos del Poder, con lo cual, mi subjetividad forma parte de la política dominante... (¡¿?!)

martes, 7 de diciembre de 2010

"Los pelígros de Penélope Glamour y el deseo infantil"

Haciendo un poco la labor de Clarissa Pinkola, me parace esencial analizar este dibujo animado que yo miraba de infante y recuerdo con gran remordimiento. Desde la presentación conocemos las relaciones de poder que se establecen entre los personajes masculinos (activos) y el feminino (pasivo). No sólo se limita a esta distinción que, en realidad, se puede encontrar en la mayoría de producciones culturales. Hay un personaje, el "tutor doblecara" que es la figura del padre que intenta violar a la protagonista, su hija, Penélope Glamour, encarnación del ideal de belleza, inocencia y sumisión. Ésta, debe ser rescatada, capítulo tras capítulo, gracias al "escuadrón metepata" que representa a la fugura del héroe masculino, desgraciado pero con buenas intenciones. 

La reflexión que planteo es mucho más brutal que todo lo anterior. En primer lugar, se trata de un dibujo animado para un público infantil, que carece de contenido más allá que lo descrito anteriormente. En segundo lugar, como experiencia personal, yo sentía verdadero deseo de que Penélope Glamour fuera secuestrada, debido a su belleza, pero también a su abrumadora ingenuidad. Deseo sexual de que fuera reprimida, apresada, amordazada, maniatada, reducida, ninguneada y verdadero morbo cuando hacia el final de los capítulos desaparecía sin saber dónde ni cómo ni con quién estaba, imaginando las mil perversiones a las que podía ser sometida... y verdadera frustración sentía cuando era, por fin, rescatada y liberada por el inútil "escuadrón metepata". 



Hoy, más de 15 años más tarde, siento escalofríos de pensar que este dibujo animado era para mí un sucedáneo de película erótica y las imágenes que se me negaban, aquellas en las que Penélope Glamour no era mostrada durante el secuestro, era la negación de la parte pornográfica de la historia, la violación. 


Sin embargo, como se ve en este capítulo, es la mismísima PG la que se salva y salva al "escuadrón metepata", pero no era trascendente para mí ese hecho cuando era una criatura... aunque realmente ella sea la heroína, a lo largo de todo el capítulo, ella es, conceptual y formalmente inferior al resto de personajes...

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